Santiago
Una hora de sexo sin censura,pasa rápido. Una hora frente a un río,
¿Vale la pena?
Es como leer la poesía de un bohemio,
como esperar horas en la insolación de Santiago,
a tu amada embarazada.
Yo me río de tus flores marchitas,
pisoteadas por la rueda irracional.
Yo me río de tu creación material,
mientras me ahogo con tu aire viciado.
Miro tus telarañas de metal,
trabajando, obreros, para una inminente destrución.
Me río de tu incompetencia,
de tu ignorancia y fortuna muerta,
de tu vacío emocional,
reflejado en tus árboles atrofiados.
Somos consecuencia de la locura llenadora,
y de esta humanidad desagradablemente limpia.
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