Tuesday, April 3, 2007

Una Balada.

Balada

Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba ahí, milagrosamente no se lo robaron los alcohólicos de la ardiente noche anterior.

Mi primo pequeño, tendido en la cama mirando a Bob Sponja y alucinando con ese pedazo de hule que tanto le gustaba.

Salí de la casa, miré mis pies sucios y me di cuenta que no tenía sombra, busco en mi bolsillo y encuentro en soledad a la Gabriela Mistral.

Me reí por que pensé que la había gastado la ardiente noche anterior.

Mientras devuelvo a la Gabriela en la en la soledad de mi bolsillo, una bocanada ajena a este mundo, me partió el pensamiento en una fracción de segundo, creí por un segundo que la había olvidado y que mi vida volvería a flotar… con miras de volar.

Con tristeza almorcé con mi primo y su dinosaurio. De un momento a otro volví al delirio….

Dejé a mi primo con una vecina, tome de la mano a la Gabriela y nos fuimos a tomar el micro. Llegue al centro, caminé o camino por ahumada? No lo sé. Quiero regalar a la Gabriela a un mendigo.

Perdí el control….

El incesante pensamiento de esa destructora de ventrículos, no me deja un segundo en paz.

Corrí al cine, pague sin preguntar ni escuchar el nombre de la película, de un momento a otro la Gabriela se desintegró, transformándose en dos Ignacio carrera pinto.

Entro a la sala, me siento, cierro los ojos y comienza la propaganda de seguridad.

Muestran parejas felices con la única capacidad de mutar el individual asiento transformándolo en verdadero nido de amor. Lo cual me destruye aun más.

La película.

Una familia distorsionada; un padre gay, una madre ausente, una hija mitómana y ninfómana.

El personaje principal; el típico modelo ario de triste semblante, este rubio tenia obsesión sobre natural por la ninfomanía, me di cuenta que cuesta hacer la diferencia ente calentura y amor. Lo peor es cuando están las dos presentes.

El rubio en el clímax encontró a la ninfómana con su padre

Decidido se suicido…

Revisé mi bolsillo y ya me quedaba un Ignacio Carrera Pinto, el otro debe estar perdido en el suelo. Con malos presagios al momento del suicidio, salgo o Salí? No lo sé. Salí de la sala pensando en que Ignacio Carrera Pinto se violó a la Gabriela mistral en mi bolsillo.

Caminando llegue al forestal, sin previo aviso veo a la causante de mis enfermedades cardiacas, en el pasto junto a otro.

Otro que no soy yo.

El paro cardiaco se anuncia…

Ahora recuerdo ese poema modificado de la violada.

Lo recito sentado, mirando.

Balada



Ella pasó con otro;
yo le ví pasar.
Siempre dulce el viento
y el camino en paz.
¡Y estos ojos míseros
le vieron pasar!


Ella va amando a otro
por la tierra en flor.
Ha abierto el espino;
pasa una canción.
¡Y ella va amando a otra
por la tierra en flor!


Ella besó a otro
a orillas del mar;
resbaló en las olas
la luna de azahar.
¡Y no untó mi sangre
la extensión del mar!


Ella irá con otro
por la eternidad.
Habrá cielos dulces.
(Dios quiera callar.)
¡Y ella irá con otro
por la eternidad!

Cerca de la escena de mi crimen había una peruana vendiendo los juguetes de su niño, que todavía jugaba con ellos, presintiendo que sus preciados tesoros no volverían.

Lo primero que veo, es el absurdo dinosaurio, un poco menos gastado que el de mi primo. Le entrego el último violador que me queda y tomo el dinosaurio.

Miro de reojo la cruel venganza del destino…

La carga del dinosaurio me hizo sentir como un cristo.

Martes 27 marzo.

Roque Morales.

Balada.

Por: Roque Morales.


3/04/07
ves como se consume tu propia vida-.
ves como tu mierda sale de tus bolsillos.-



ves como todo este JUego.
Esta Por terminar-




vivamos?


o.k.



seamos libres?


o.k.



fuguemos nuestras miradas.
?




ok.





forniquemos miradas.-